Cirugía de mentón

El proceso de osificación de los huesos de la cara finaliza entre los 15 y los 17 años. Se recomienda en mujeres esperar a los 18 años y en varones luego de los 21 años.

Al cabo de dos semanas, pero se deben practicar los ejercicios con moderación y de forma progresiva.

Se puede hacer al día siguiente, pero debe tener en cuenta que la zona tratada estará ligeramente inflamada durante unos 10 días.

Se recomienda hacerlo al cabo de un mes.

Estas intervenciones están contraindicadas en pacientes que padezcan una enfermedad que pueda interferir con el proceso quirúrgico o anestésico y en enfermedades del colágeno.

Tras el implante debe mantenerse la desinfección de la zona, especialmente si el implante se ha hecho por vía endobucal. El edema puede persistir algún tiempo, pudiendo mejorarse mediante masaje de drenaje linfático.

Como en toda operación, el paciente debe abstenerse de ingerir aspirinas u otros anti-coagulantes durante las tres semanas anteriores a la intervención.

Por una parte están los riesgos comunes a toda operación: los derivados del uso de anestesia, hemorragias e infecciones. En el caso concreto de los implantes (prótesis de silicona), el riesgo específico es el rechazo de la prótesis de mentón.

Es una intervención que apenas da molestias.

Los medicamentos habituales tras cualquier intervención: antibióticos para evitar la infección y, analgésicos para aliviar el dolor.

Como en el resto de las operaciones faciales el estado de la piel es importante para el éxito de la intervención. En el caso del mentón se deben descartar afecciones bucales o cualquier tipo de infección dental.

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